27 de Julio de 2016
La nueva planificación consolidará el liderazgo de la comunidad autónoma andaluza en este tipo de procesos innovadores y sostenibles de economía circular. Andalucía ocupa el primer lugar nacional en ámbitos como el de los biocombustibles o la biomasa térmica, que toman como materias primas los restos vegetales y subproductos de la actividad agraria, especialmente del olivar.
En el primer ámbito la región cuenta con 11 plantas operativas, siete de ellas de biodiésel, mientras que en el segundo la potencia térmica instalada alcanza los 1.589,5 megawatios. A ello se suman 18 plantas de biomasa vinculadas a residuos agrícolas de invernaderos o viñedos y las 17 instalaciones de biogás ubicadas en vertederos y depuradoras de aguas residuales.
Asimismo, la comunidad ha sido una de las seis regiones seleccionadas este año por la Comisión Europea como ejemplo del desarrollo de este tipo de actividad productiva, que a escala continental ya genera un negocio anual de 2.000 millones de euros y el 9% del empleo total de la Unión. Sólo en el ámbito del aprovechamiento energético, Andalucía cuenta con un potencial total de 3.958 kilotoneladas equivalentes de petróleo anuales (el consumo de más de 800.000 personas en un año).
La Estrategia Andaluza de Bioeconomía centrará sus objetivos en consolidar un crecimiento más innovador y con bajas emisiones, que concilie las demandas de gestión sostenible de los sectores agroalimentario, pesquero y forestal, la seguridad alimentaria y la utilización sostenible de los recursos biológicos renovables para fines industriales.
El documento será redactado por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, con la participación de los departamentos de Economía y Conocimiento; Empleo, Empresa y Comercio, y Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Asimismo, será sometido a la consideración de los agente sociales y expuesto a información pública antes de su aprobación definitiva por el Consejo de Gobierno.
De acuerdo con datos de la Comisión Europea, por cada euro invertido en investigación e innovación en bioeconomía se generarán 10 de valor añadido en el horizonte del año 2025. El ahorro de costes de gestión de residuos alimentarios se cifra entre 55 y 90 euros por tonelada, mientras que su adecuado aprovechamiento evita la emisión de 170 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.