9 de Octubre de 2012
"En verano decimos que los incendios se apagan en invierno, pero la lucha contra los incendios empieza realmente cuando se discuten los presupuestos del año siguiente; ahí se ve el verdadero interés de los políticos por el sector forestal" ha declarado Mario Rodríguez, director ejecutivo de Greenpeace España. "Si el Estado y las CC. AA. no dan un empujón significativo a la prevención, estaremos sembrando los grandes incendios de mañana".
Hasta el 23 de septiembre, los más de 14.050 incendios forestales ocurridos en España habían quemado 189.320 hectáreas de superficie forestal, 75.695 de las cuales eran superficie arbolada. Esto hace de 2012 el peor año de la última década en cuanto a superficie afectada. Pero la gran alarma social ha surgido por los grandes incendios forestales, 37 hasta la fecha, que han sido los responsables del 75% de la superficie quemada.
Greenpeace pide al Ministro que, con independencia del contexto económico o el carácter cíclico de los incendios forestales en nuestro país, se adopte por parte del Estado una política de apoyo a la gestión forestal, la ordenación de los montes, el apoyo a la ganadería extensiva, el desarrollo de la biomasa con fines energéticos, la puesta en marcha de planes de seguridad en zonas urbanizadas en entornos forestales, los cambios en el código penal demandados desde la Fiscalía de Medio Ambiente y el refuerzo en la búsqueda de soluciones con los sectores del medio rural más vinculados al uso tradicional del fuego. Greenpeace también recuerda al ministro Arias Cañete que algunas de estas demandas ya fueron expresadas por todos los grupos políticos en una moción aprobada en el Senado en mayo de 2011. Un acuerdo incumplido por el Gobierno, que tenía que elaborar y propiciar una estrategia para incentivar y apoyar planes de ordenación y aprovechamiento de los montes, la agrupación de propietarios, la promoción del uso de la madera como material de origen sostenible y reciclable, y el fomento de la certificación forestal como instrumento que garantice la gestión sostenible del monte de cara al consumidor.
"Cañete no puede decir que su Ministerio no tiene competencias y que la gestión forestal está en manos de las CC. AA." ha declarado Rodríguez. "La reforma de la Política Agraria Comunitaria, donde se incluyen las políticas de Desarrollo Rural, deben apoyar la gestión forestal sostenible de los montes".
También, y dado el nuevo escenario de cambio climático que afecta a los ecosistemas forestales, Greenpeace pedirá el apoyo a nuevos modelos de silvicultura preventiva que diseñen paisajes forestales más resistentes a los cambios y que reaccionen mejor ante el efecto de los grandes incendios forestales.
"Los bosques deben dejar de ser un tema estival. La mitad del territorio nacional es forestal y el papel de los ecosistemas forestales es crucial para el mantenimiento de servicios vitales como, por ejemplo, el abastecimiento de agua para la población, la agricultura o la industria", ha señalado Rodríguez. "Sería una irresponsabilidad que esta relevancia no se vea reflejada en los presupuestos".