30 de Abril de 2018
Casi 245.000 instalaciones de calefacción se alimentaban con biomasa al cierre del ejercicio 2017, según los datos ofrecidos por el Observatorio de la Biomasa que gestiona Avebiom (Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa). Una cifra que supone un incremento del 23,15% con respecto al año anterior, 46.027 instalaciones más, gracias fundamentalmente al importante aumento de las estufas de pellet, que ha alcanzado un nuevo récord.
Según el Observatorio de la Biomasa, la utilización de la biomasa como combustible de calefacción se ha multiplicado por 25 en la última década, ya que en 2008 había menos de 9.600 instalaciones operativas en el país. Aunque el mayor crecimiento se ha registrado en los tres últimos años, en los que se ha duplicado prácticamente el número de equipos, al pasar de las 127.995 instalaciones que operaban a finales de 2014 hasta las 244.197 registradas al cierre de 2017.
En opinión del presidente de Avebiom, Javier Díaz, `entre los factores que han intervenido en la consolidación de esta tendencia cabe destacar su importancia medioambiental, la contribución al mantenimiento del empleo rural —y por tanto, a la dinamización de las economías locales— y, sobre todo, el importante ahorro económico que supone para las familias, empresas y administraciones´.
`Este progresivo incremento del uso de la biomasa —ha asegurado Javier Díaz— es una tendencia generalizada en toda Europa, donde el 16% de las calefacciones ya utiliza biomasa, porcentaje que se sitúa cuatro puntos por encima del registrado en España´.
Récord de estufas de pellet
El mayor incremento de las instalaciones de calefacción con biomasa se ha visto impulsado por el aumento en la venta de las estufas de pellet, que solo en 2017 se elevaron hasta las 42.728 unidades. Esta cifra, que supone un nuevo récord de ventas en España, representa un incremento del 19% con respecto a las registradas de 2016.
Según el Observatorio de la Biomasa, son numerosas las marcas que han superado las mil unidades vendidas en 2017; y algunas de ellas, las 5.000 unidades. La tendencia de comercialización orientada hacia el canal grandes almacenes de bricolaje continúa al alza con equipos cada vez de más tecnificados y una potencia media de 11 kW.
La venta de calderas vuelve a crecer
En general, la instalación de calderas de biomasa en 2017 se ha incrementado un 8,7%. Después de un ejercicio 2016 de menores ventas, la instalación de calderas de menos de 50kW ha vuelto a crecer y se ha elevado un 9,5%. Y la instalación de calderas de biomasa de potencia igual o superior a 50 kW, habitual en instalaciones industriales y colectivas, se ha incrementado un 7%.
Esta mejora ha permitido que el parque de calderas de biomasa se situara a finales de 2017 en 15.755 instalaciones con una potencia inferior a los 50 kW; 10.536, con una potencia entre 50 y 1000 kW; y 830 calderas de más de un 1MW de potencia.
Menos emisiones de CO2
En términos de potencia instalada, en 2017 se ha elevado en 1.106 MW de biomasa entre estufas, calderas y otros equipos, cifra que ratifica la tendencia de crecimiento anual por encima de los mil megavatios durante los cuatro últimos ejercicios.
La potencia instalada se ha multiplicado por cinco en los últimos diez años, al pasar de los 1.510 MW de 2008 a los 9.404 MW registrados a finales de 2017.
Por comunidades autónomas, el ranking lo lideran Andalucía, Castilla y León y Cataluña, que superan los mil de megavatios instalados.
Este nivel de potencia instalada está permitiendo generar una considerable cifra de energía térmica, que se estima en 1.510,1 kTEP, equivalente a un menor consumo de 1.760 millones de litros de gasóleo de calefacción.
Y ello supone, por tanto, una menor emisión de gases de efecto invernadero, que se estima en 4,67 millones de toneladas de CO2, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático evitando la contaminación que producen 3,1 millones de vehículos durante un año.