31 de Enero de 2013
Greenpeace ha solicitado por carta a los presidentes de las grandes eléctricas españolas (Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, E.ON España y HC Energía), una reunión para pedirles que abandonen su confrontación con las energías renovables y explicarles la necesidad de llevar a nuestro país hacia un nuevo modelo energético. Un sistema energético basado en la eficiencia, inteligencia y con energías 100 % renovables.
En su carta, Greenpeace expone en siete puntos su concepto de cambio de modelo y como estas compañías deberían proceder para lograr la adaptación al nuevo modelo energético.
En estos puntos les piden que abandonen de manera inmediata su campaña de ataque a las energías renovables; que dejen de presionar al Gobierno para que la política energética esté sometida a los intereses de las compañías; que apoyen una regulación del autoconsumo de energía limpia que facilite que todos los ciudadanos puedan ejercer en condiciones favorables su derecho a producir y consumir su propia energía; el reconocimiento de que España debe ir hacia un sistema eléctrico 100% renovable; la adopción de un nuevo plan estratégico en el que la prioridad de sus inversiones estén alineadas con un modelo Energía 3.0 (basado en inteligencia, eficiencia y 100% renovable); el establecimiento de un calendario de cierre de sus instalaciones de generación de energía sucia, comenzando por las de tecnología nuclear y térmica de carbón; y el abandono de sus inversiones en energías sucias, dentro y fuera de España, volviendo a invertir a gran escala en generación renovable.
Greenpeace considera que esta exigencia de cambio de modelo energético es ya un deseo generalizado de la sociedad, como refleja el eurobarómetro de enero de 2013, publicado por la Comisión europea, que muestra cómo los ciudadanos piden que se apueste por las energías verdes. En el caso de España, se refleja como un 81% de la ciudadanía pide la instauración de fuentes renovables para abastecernos de energía en un futuro inmediato.
"No podemos dejar que la política energética sea dictada sólo por intereses empresariales. Por ello, las cinco grandes compañías eléctricas de nuestro país deben abandonar su campaña de acoso y derribo a las energías renovables. La ciudadanía pide ya un cambio hacia una revolución energética que es imparable", ha declarado Julio Barea, responsable de Energía y Cambio Climático de Greenpeace.