22 de Febrero de 2018
Los edificios generan impactos ambientales a lo largo de todas las etapas de su ciclo de vida, desde la extracción de las materias primas que constituyen el edificio, su transporte, los aspectos ambientales asociados al proceso productivo de los materiales y el uso y mantenimiento del edificio construido. Finalmente, su demolición y gestión de los residuos producidos. La aplicación de esta filosofía basada en el enfoque del ciclo de vida de un edificio, permite identificar desde la fase de diseño soluciones constructivas que minimicen los impactos del edificio a lo largo de todas las etapas del ciclo de vida (desde la cuna a la tumba).
La empresa española ABS, en colaboración con ISOVER, ha sido la primera empresa en el mundo en realizar una Declaración Ambiental bajo el Sistema Internacional EPD® System para una vivienda industrializada con certificación Passivhaus.
Compañías pioneras en este tipo de ecoetiquetado
ABS utiliza en sus viviendas soluciones constructivas de aislamiento ISOVER, y entre los productos podríamos destacar: lana mineral arena, membrana VARIO® y sus accesorios, Clima 34 y ECO 032. La mayor parte de los productos ISOVER disponen de la máxima clasificación de sostenibilidad a través de las Declaraciones Ambientales de Producto tipo III verificadas por una tercera parte, independiente.
Las declaraciones ambientales tipo III se basan en una verificación independiente de los datos del Análisis del Ciclo de Vida en las que se reflejan los distintos indicadores ambientales para las diferentes categorías de impacto (cambio climático, reducción de la capa de ozono, eutrofización, etc.). El estudio del ciclo de vida es el único medio para realizar un análisis científico del impacto de los productos y sistemas constructivos sobre el medio ambiente, permitiendo la comunicación y mejora rigurosa de su desempeño ambiental.
El ciclo de vida de esta Vivienda Pasiva, presenta un impacto hasta un 96% menor que una vivienda tradicional debido principalmente al menor uso de materias primas y baja demanda energética. A lo largo del ciclo de vida se produce un ahorro de 125.900 Kg de CO2eq, equivalentes al impacto de 9,47 habitantes de la UE durante un año y recorrer 26,62 vueltas a la Tierra. En referencia a la salud humana, se produce un ahorro de 72 días de vida perdidos por muerte o enfermedad (DALY- Disability Adjusted Life Years).
Si nos fijamos en el consumo de energía durante la etapa de uso, se produce un ahorro de 145.400 KWh de electricidad debido a los elevados estándares de eficiencia energética. Este ahorro energético equivale al uso de 829 bombillas de 20W durante un año (365 días) durante 24 horas al día. El escenario de vivienda industrializada conlleva el ahorro de la producción de 337.103 Kg de residuos, cantidad equivalente a los residuos domésticos generados durante un año por 751 habitantes. Además este tipo de vivienda presenta un elevado potencial de reciclaje/reutilización/reubicación, permitiendo ahorrar hasta el 28% del impacto de su ciclo de vida.