29 de Enero de 2011
El informe revela que algunos Estados miembros han registrado progresos sobresalientes, pero que todavía queda margen para alcanzar el objetivo a largo plazo de convertirse en una sociedad del reciclado, una sociedad que no solo prevenga la generación de residuos, sino que también los aproveche como recursos.
Janez Potočnik, Comisario de Medio Ambiente, ha declarado lo siguiente: «Mi viejo teléfono móvil contiene oro, platino, paladio y cobre, recursos todos ellos muy poco abundantes en Europa. Una tonelada de esos aparatos contendría unos 280 gramos de oro, 140 gramos de platino y paladio y 140 libras de cobre. No son residuos que deberíamos enterrar o incinerar, sino que tendríamos que aprovecharlos. El objetivo de hacer que la economía europea sea eficiente en su consumo de recursos, como se contempla en la estrategia Europa 2010, es algo serio para nosotros. No se trata únicamente de reducir los efectos ambientales negativos y las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que también se crearán puestos de trabajo: se podría generar un millón de empleos solo en el sector del reciclado de residuos.».
Más crecimientos, menos residuos
El informe indica que, en la mayoría de los Estados miembros, parece estar aumentando (o estabilizándose, en el mejor de los casos) la generación global de residuos, pero a un ritmo inferior al crecimiento económico. Durante los diez últimos años, la generación de residuos urbanos se ha estabilizado en torno a los 524 kg por persona y año, aunque el consumo de los hogares se ha incrementado en torno al 16 % durante el mismo período. Por lo tanto, se podría hacer más para reducir la generación de residuos en términos absolutos. Por ejemplo, se tira a la basura el 25 % de los alimentos comprados por los hogares de la UE. Se podría evitar un 60 % de esos residuos, lo que permitiría a cada hogar ahorrar unos 500 euros anuales1.
Resultados desiguales y un margen significativo de mejora
Existen grandes diferencias entre los Estados miembros: los índices de reciclado oscilan entre unos pocos puntos porcentuales y el 70 %. En algunos Estados miembros han desaparecido virtualmente los vertidos, mientras que en otros se sigue enterrando más del 90 % de los residuos. Estas cifras indican que todavía queda un margen importante de mejora más allá de los actuales objetivos mínimos de la UE en materia de recogida y reciclado. Se debería estimular la adopción de la combinación de instrumentos económicos y jurídicos usada por los Estados miembros más eficaces, incluidas las prohibiciones de vertido y la aplicación del concepto de responsabilidad del productor a otros flujos de residuos en toda la UE. Resulta necesaria una mayor coherencia entre el diseño de los productos y las políticas en materia de residuos para seguir estimulando el reciclado. Dado que la consecución de ambiciosos objetivos de reciclado y prevención requiere la participación de toda la sociedad civil, el informe señala que será preciso realizar esfuerzos continuos para mejorar la participación de las partes interesadas y concienciar a los ciudadanos.
Mejor legislación y cumplimiento adecuado
Los residuos siguen representando aproximadamente el 20 % de todos los asuntos de infracción en materia de medio ambiente. Como indican los sucesos recientes de Hungría e Italia, el pleno cumplimiento de la legislación sobre los residuos es crucial para proteger el medio ambiente y la salud humana.
La nueva Directiva Marco de residuos, que debería haberse incorporado a los ordenamientos jurídicos a más tardar el 12 de diciembre de 2010, todavía no lo ha hecho en muchos países de la UE. Los Estados miembros disponían de un período transitorio de dos años para establecer las medidas necesarias para dar cumplimiento a la nueva Directiva. Sin embargo, solo unos pocos han notificado hasta ahora a la Comisión la incorporación de la Directiva a su ordenamiento jurídico. La Comisión está siguiendo la situación atentamente y, de ser necesario, actuará contra los que no apliquen la Directiva.
La nueva Directiva moderniza y simplifica nuestro planteamiento sobre la política en materia de residuos en torno al concepto de ciclo de vida. La Directiva introduce una jerarquía de residuos vinculante que define el orden de prioridad a la hora de reciclar residuos. En lo más alto de la lista está la prevención de residuos, seguida de la reutilización, el reciclado y otras operaciones de recuperación, con la eliminación (por ejemplo, el vertido) en el último lugar de la lista. La Directiva obliga a los Estados miembros a modernizar sus planes de gestión de residuos y a crear programas de prevención de residuos a más tardar en 2013. También deberán reciclar el 50 % de sus residuos urbanos y el 70 % de los de construcción y demolición para 2020.
Próximas etapas
La Comisión seguirá controlando la aplicación y el cumplimiento de la legislación sobre residuos a escala nacional, incluidos los requisitos de la nueva Directiva Marco de residuos, pero también intentará conseguir el apoyo de los Estados miembros para elaborar las estrategias y políticas adecuadas en origen. Para seguir consolidando su política en materia de residuos, la Comisión hará nuevas propuestas en 2012, que incluirán los pasos necesarios para facilitar el advenimiento de una sociedad del reciclado, eficiente en el uso de los recursos.