4 de Febrero de 2011
El Parlamento Europeo aprobó, por 580 votos a favor, 37 en contra y 22 abstenciones, una serie de modificaciones a la propuesta de la Comisión Europea, que actualiza una directiva vigente desde 2003. El Consejo tendrá que revisar ahora la posición de la Eurocámara y el procedimiento continuará en segunda lectura.
En el debate previo al voto, el ponente del PE, Karl-Heinz Florenz (PPE, Alemania), explicó que "ya no podemos permitirnos tirar nuestros residuos. El Parlamento ha enviado un mensaje claro a las autoridades públicas, los fabricantes y los consumidores de que tienen que poner algo de su parte para garantizar la recogida y el reciclaje de más productos eléctricos y electrónicos. También hemos fijado normas más estrictas para frenar la exportación ilegal a países en desarrollo, de residuos potencialmente peligrosos".
Objetivos de recogida
El Parlamento Europeo exige que los Estados miembros recojan, a más tardar en 2016, un mínimo del 85 por ciento de los residuos generados en su territorio. Según el texto aprobado hoy, los países de la UE tendrán que recoger, en 2012, al menos cuatro kilos de residuos por persona (al igual que en la normativa vigente) o, según represente mayor cantidad, el peso de los residuos que se hayan recogido en 2010.
Reciclaje
Además de beneficiar a la salud y al medio ambiente, el tratamiento de los residuos eléctricos y electrónicos puede servir para recuperar materiales reutilizables. La Eurocámara recomienda unos objetivos de reciclaje para 2016 del 50 al 75 por ciento, dependiendo de la categoría del producto, y exige que se prepare para la reutilización el cinco por ciento de los residuos.
Paneles solares
Todos los residuos eléctricos y electrónicos estarán cubiertos por la normativa, salvo algunas excepciones, como las instalaciones fijas de gran envergadura, los medios de transporte de personas o mercancías y los vehículos y el material militar. Los diputados proponen excluir también los módulos fotovoltaicos utilizados en los paneles solares. Esta medida, que estará sujeta a revisión cada cinco años, se debe a que el tratamiento de estos productos debe ser realizado por profesionales y ya existen objetivos específicos en este sector.
Menos cargas administrativas
El Parlamento Europeo propone unificar los sistemas de registro e información y evitar la doble imposición de tasas para reducir la carga administrativa de las empresas. Además, sugiere reducir el número de categorías de productos para simplificar los trámites.
Los productores de bienes eléctricos y electrónicos deberían respetar los requisitos de diseño ecológico para facilitar el desarmado, el reciclaje y la reutilización de sus productos y reducir las emisiones de sustancias peligrosas.
La Eurocámara insiste en que los consumidores deben ser responsables de llevar a centros de recogida los aparatos que hayan llegado al final de su vida útil. Además, los usuarios podrán desprenderse de los residuos de escaso volumen en el punto de venta del distribuidor. Las tiendas muy pequeñas quedarían excluidas de la obligación de recoger los productos, pero los vendedores a distancia estarían incluidos.
Importaciones ilegales
Los diputados exigen hacer frente a la exportación ilegal de residuos eléctricos y electrónicos desde la UE. En muchas ocasiones, estos desechos son procesados en condiciones poco seguras, lo cual supone un riesgo para la salud y el medio ambiente. La Eurocámara apoya las propuestas de la Comisión de introducir inspecciones más estrictas de los cargamentos. Asimismo, reclama que sea el exportador el que se responsabilice del transporte de los residuos y pueda probar que son reutilizables.