20 de Marzo de 2018
La Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (AVEBIOM) ha organizado una jornada técnica bajo el título Instalaciones de biomasa, claves para el instalador, que tendrá lugar este jueves, día 22, en el marco de la II Feria de la Energía de Galicia, que se celebrará del 22 al 24 de este mes en el recinto de la Feira Internacional de Galicia Abanca de Silleda (Pontevedra).
Dirigida especialmente a los instaladores, el objetivo de esta jornada es dar a conocer las claves para el correcto funcionamiento de una instalación de biomasa, así como sobre las nuevas iniciativas y herramientas para mejorar la calidad de las instalaciones y de los biocombustibles, de la mano de expertos de AVEBIOM y con la experiencia de algunas de sus empresas asociadas.
Más de 1.650 instaladores
En Galicia operan actualmente más de 1.650 profesionales capacitados para realizar instalaciones térmicas de edificios (energías renovables, gas y gasoil), según datos del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital. De ellos, 317 han realizado alguna instalación alimentada con biomasa, según informa el Observatorio Nacional de Calderas de Biomasa gestionado por AVEBIOM, lo que supone un 20% del total de los instaladores gallegos del RITE (Reglamento de instalaciones térmicas en los edificios).
Estos datos sitúan a Galicia en el segundo lugar entre las comunidades autónomas de España en número de instaladores de biomasa, tras Cataluña, lo que refleja la capacidad de desarrollo e implantación de esta energía renovable en la región.
Durante las últimas campañas, gracias al apoyo de los fondos Feder gestionados por el INEGA, Galicia se ha convertido en una de comunidades donde mayor número de instalaciones de biomasa se han realizado, tanto para uso doméstico como industrial, así como en numerosos edificios públicos.
Sello de Calidad
En la jornada técnica que se celebra este jueves en Silleda se informará sobre las ventajas y condiciones para adquirir el sello de calidad Instalador de Biomasa Certificado AVEBIOM, cuyo objetivo es garantizar que las instalaciones se lleven a cabo por un profesional ampliamente competente, poseedor del carnet del RITE, que reúna además una serie de requisitos y estándares que se consideran básicos y necesarios para el desempeño de su trabajo.
Para obtener el sello de calidad, los instaladores certificados tienen que cumplir una serie de requisitos en cuanto a su organización, el grado de especialización, la experiencia demostrada, las condiciones de prestación del servicio, la respuesta ante el cliente, la disponibilidad de personal técnico cualificado y los recursos materiales disponibles.
Así mismo, los instaladores de biomasa poseedores de este sello pueden ofrecer al cliente garantías de calidad y de control de este tipo de instalaciones, al tiempo que se diferencian dentro del mercado de aquellos instaladores que no actúan con profesionalidad.
Un negocio de casi 4.000 millones
En España, el sector de la biomasa genera un negocio anual próximo a los 4.000 millones de euros, 0,34% del PIB, y emplea a cerca de 25.000 personas. El aprovechamiento forestal y la producción de biocombustibles explican aproximadamente el 50% del empleo en España. Se trata, por lo tanto, de empleo local, sobre todo en zonas rurales, donde generalmente se registra un progresivo decaimiento de la actividad productiva.
270.000 toneladas menos de CO2
La utilización de biomasa como fuente de energía térmica en Galicia evitó la emisión de 269.926 toneladas de CO2 en 2016, contribuyendo así a la reducción de gases de efecto invernadero, según los datos de observatoriobiomasa.es, que gestiona AVEBIOM. Una reducción que es equivalente a la contaminación que producen 179.951 vehículos durante un año.
A finales de 2016 había en Galicia 11.214 equipos de biomasa de alto rendimiento, el 5,6%% del total nacional. Esta cifra refleja un incremento de 2.205 equipos, el 24,5% más que el año anterior, con una potencia instalada total de 591.532 kW.
La mayor parte de los equipos instalados fueron estufas de pellet (2.010), cuya tendencia de comercialización ha derivado hacia los grandes almacenes de bricolaje y continúa al alza con equipos cada vez de menor potencia, pero más tecnificados. La potencia media de las estufas comercializadas en 2016 ha sido de 11,3kW.