23 de Mayo de 2011
Burdinola sigue contribuyendo con su actividad a dar avances en la sostenibilidad de los laboratorios, una estrategia en la que se trabaja a nivel internacional desde el conjunto del sector. La firma está implicada en impulsar la normalización, la seguridad y la calidad de los laboratorios desde hace más de 30 años, a través de su pertenencia a diversos organismos reguladores de ámbito estatal e internacional. En estos ámbitos se ha detectado la necesidad y se ha forjado la tendencia de incorporar a los criterios tradicionales otros conceptos relacionados con el ecodiseño, la eficiencia energética y, en general, la sostenibilidad de los laboratorios, como la principal estrategia de cara al futuro.
En esta línea, Burdinola está dando pasos en diversos frentes. Por un lado en su actividad enmarcada en la Asociación Europea para la Sostenibilidad de los Laboratorios –EGNATON-, surgida de la colaboración de diversas empresas de referencia en el sector entre las que se encuentra Burdinola. La firma, de la mano de Iñaki Aldamiz, lidera uno de los 8 grupos de trabajo de investigación que se han puesto en marcha, en concreto el WG6, dedicado a la investigación de materiales. Este grupo de expertos es el encargado de definir y establecer criterios para evaluar los materiales utilizados en los laboratorios desde la perspectiva del diseño ecológico, evaluando su huella de carbono, tanto de los materiales como de los procesos. El equipo que lidera Burdinola espera obtener como resultado un conocimiento profundo de los materiales utilizados en estas instalaciones, avanzando en el desarrollo de una nueva generación de materiales libre de componentes tóxicos, supracyclables y con otras propiedades añadidas.
Premio a la sostenibilidad
Burdinola ha incorporado estos mismos criterios a la hora de abordar sus proyectos, diseñando y planificando desde la sostenibilidad nuevos espacios para la investigación científica. Entre estos proyectos se encuentra el nuevo Centro de Innovación del Grupo Italcementi, que ha obtenido el premio europeo Green Building 2010, un reconocimiento al edificio no residencial mejor diseñado y construido desde el punto de vista del medio ambiente, la eficiencia energética y el uso de materiales de alto rendimiento.
El nuevo centro es un edificio diseñado por el arquitecto estadounidense Richard Meier en las afueras de Bérgamo, en Italia. El edificio está planteado para reducir sus niveles de consumo de energía hasta un 60% por debajo de la exigencia normativa en vigor, gracias a los métodos y materiales utilizados y al uso de fuentes de energía renovables. Cuenta con 11.000 m2, de los cuales 7.500 m2 están destinados a los laboratorios equipados por Burdinola de acuerdo a los requisitos más exigentes en términos de ahorro energético, calidad arquitectónica e innovación. En estas instalaciones trabajan más de 100 investigadores en el desarrollo de nuevos materiales de construcción.
El premio Green Building se enmarca en el programa del mismo nombre iniciado en el año 2004 por la Comisión Europea en el marco del Programa de Energía Inteligente para Europa. Tiene por objeto fomentar la eficiencia energética y ampliar la integración de las energías renovables en edificios no residenciales.