30 de Octubre de 2013
Pensar en un submarino en miniatura moviéndose activamente a través de los vasos sanguíneos, con sensores y herramientas integrados, y capaz de liberar un medicamento en un lugar determinado que de otra forma sería inaccesible no es sólo ciencia-ficción. Los componentes para esos sensores ya existen, pero falta por desarrollar una fuente de energía autónoma y sostenible para los mismos.
Las biopilas podrían emplear la glucosa presente en la sangre como combustible, pero para ello sus electrodos deben ser accesibles y no estar rodeados de membranas, todo ello con el factor limitante del tamaño. En este campo trabaja la empresa española Nanoinnova Technologies, instalada en el Parque Científico de Madrid e integrada en el proyecto internacional Bioenergy.
El objetivo de la iniciativa Bioenergy es la creación de biopilas de combustible eficientes y estables, desarrollando sistemas bioeléctricos de escala micrométrica, flexibles, transparentes si es necesario y potencialmente implantables. El proyecto ha obtenido financiación de la Unión Europea, por un importe de 3,92 millones de euros durante cuatro años, en el marco del programa ´Marie-Curie Initial Training Networks (ITN)´.
Coordinado por la Universidad Ruhr de Bochum (Alemania), cuenta con la participación de Nanoinnova Technologies. Como parte del consorcio, la empresa española trabaja en el desarrollo de electrodos nanoestructurados basados en grafeno y derivados de grafeno.
En el marco de Bioenergy se formarán 11 estudiantes de doctorado y 4 postdoctorales, bajo la responsabilidad de un consorcio internacional de 13 miembros, procedentes tanto de la industria como de centros públicos de investigación y universidades.