30 de Mayo de 2013
El Consejo Internacional de Coordinación del Programa MaB (Man and Biosphere) de la UNESCO, que se celebra en París esta semana ha aprobado hoy la incorporación de tres nuevas reservas de la biosfera españolas a la Red Mundial de Reservas de la Biosfera. La participación española está representada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA).
Estos tre nuevos espacios declarados son la Reserva de la Biosfera de Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, en Galicia, con 116.724 hectáreas; la Reserva de la Biosfera de Terres de l’Ebre en Tarragona, con 367.729 hectáreas; y la Reserva de la Biosfera del Real Sitio de San Ildefonso-El Espinar, en Segovia, con 35.414 hectáreas. Además se ha aprobado la ampliación de la Reserva de la Biosfera de Ordesa-Viñamala, en Aragón, que pasa de tener una superficie de 51.396 hectáreas a 117.364 hectáreas.
Con estas nuevas incorporaciones, España cuenta con 45 reservas de la biosfera en su territorio, siendo el segundo país del mundo en número de reservas, reforzando su papel preeminente dentro de esta Red Mundial. Alrededor de un 9% del territorio nacional se encuentra incluido en esta Red. Estas declaraciones culminan un proceso de trabajo común e iniciativa social en el que la participación y la voluntad de trabajo conjunto de los ciudadanos y de las instituciones se demuestran imprescindibles.
Las tres reservas incluyen 65 municipios españoles que reciben con ocasión de este acontecimiento, un reconocimiento mundial por su compromiso con el desarrollo sostenible y con el futuro, asegurando la construcción de las bases de un desarrollo social y económico firme y duradero que garantice la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales y de la riqueza cultural, como herencia fundamental para las generaciones futuras.
El Programa MaB
El Programa MaB (Hombre y Biosfera) es un programa científico intergubernamental, de alcance mundial, desarrollado en el seno de la UNESCO, orientado a establecer unas bases científicas para la armonización de las relaciones entre la población que habita un determinado lugar y el medio ambiente. Su expresión práctica son las reservas de la biosfera, que en conjunto constituyen la Red Mundial de Reservas de la Biosfera, donde se experimentan modelos de desarrollo sostenible y se aplican programas de conservación de la biodiversidad adaptados a las condiciones particulares de un territorio y de su población.
Las reservas de la biosfera constituyen, de esta manera, uno de los mejores ejemplos posibles para materializar el concepto del desarrollo sostenible, además de ser motores de la economía verde, integrándose como herramientas fundamentales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas y las premisas contenidas en el documento aprobado por la comunidad mundial en la Conferencia de Río + 20.
Con este planteamiento, la esencia de una reserva de la biosfera radica en el compromiso de todos los agentes que actúan en el territorio, instituciones y ciudadanos, profesionales y organizaciones sociales. La participación por lo tanto es un componente imprescindible en la definición y desarrollo posterior en una reserva de la biosfera.