26 de Septiembre de 2012
Una destilería tradicional escocesa ha resuelto innovar en el procesamiento de estos desechos, de la mano de un equipo de la Universidad de Napier en Edimburgo, que los transformará en combustible para automóviles. El acuerdo es una primicia. La destilería independiente Tullibardine, ubicada en Perthshire, se ha unido con una pequeña empresa surgida a partir de investigaciones del centro de estudios, que usará microorganismos para generar butanol.
Algunas bacterias, identificadas por los especialistas del Centro de Investigaciones en Biocombustibles de la Universidad de Napier, se hacen un festín con las sobras de las primeras etapas de la destilación. Esos residuos tienen un alto contenido de azúcar y constituyen una materia prima ideal para generar alternativas a la gasolina.
Usos innovadores
La empresa surgida de la Universidad de Napier, Celtic Renewables (CR, por sus siglas en inglés), ha firmado un contrato con Tullibardine para aplicar el proceso de fermentación a miles de toneladas de residuos que se generan en la destilería.
El profesor Martin Tangney, uno de los fundadores de CR, le dijo al corresponsal de la BBC Ken McDonald que "la asociación con Tullibardine es un paso importante en el desarrollo de un negocio que combina dos industrias escocesas icónicas: el whisky y la energía renovable. Este proyecto demuestra que el uso innovador de tecnologías existentes puede valerse de recursos que tenemos en frente de nuestras narices para beneficiar tanto al medio ambiente como a la economía".
Relación ventajosa
Para la destilería, que estos desechos sean aprovechados equivale a quitarse un peso de encima. Cada año gastan unos 400.000 dólares para deshacerse de los residuos.
Douglas Ross, director gerente de Tullibardine, comentó a la BBC: "Estamos encantados de asociarnos con CR en esta empresa innovadora. Los beneficios obvios son los ambientales. A nosotros nos ahorra un coste y lo convierte en algo con ventajas sociales y comerciales".
El proyecto conjunto recibe el respaldo de las autoridades escocesas a través del programa "Escocia, Cero Desperdicio" (Zero Waist Scotland).
CR planea la apertura de una planta procesadora, con el objetivo de desarrollar una industria que podría reportar unos 100 millones de dólares anuales.
Fuente: BBC