16 de Agosto de 2016
La Junta de Extremadura destinará más de tres millones de euros para el desarrollo sostenible en áreas protegidas y hábitats de flora y fauna amenazada, lo que contribuirá, en opinión del director General de Medio Ambiente, Pedro Muñoz, a la promoción de la economía verde `al incrementar las rentas de las explotaciones agroganaderas, la mejora de sus infraestructuras y la aplicación de modelos de gestión más compatibles con el medio ambiente´.
Estos son algunos de los objetivos que se recogen en el Decreto 129/2016, de 2 de agosto, publicado en Diario Oficial de Extremadura (DOE) por el que se regulan las ayudas procedentes del FEADER y para cuya concesión se tendrán en cuenta los valores naturales de las explotaciones y la responsabilidad medioambiental, frente a un sistema de reparto horizontal. Esto implica que tendrán prioridad las explotaciones agroforestales de mayor valor, por lo que los hábitats y las especies se convierten en recursos de interés y se favorece una gestión medioambiental responsable.
Pero además, el Decreto incorpora algunas novedades, entre las que destaca la actualización de los importes de las ayudas y el que se puedan conceder por un periodo de cuatro años, lo que para Pedro Muñoz `favorecerá la continuidad y efectividad de las actuaciones´. También se incrementan el número actuaciones subvencionables y la simplificación de los procedimientos de tramitación telemática, de concesión y de pago de las ayudas.
Así, la cuantía máxima por beneficiario será de 30.000 euros, con un importe máximo por anualidad de 10.000 y un mínimo de 5.000. Ayudas que se podrán destinar a la realización de más de setenta actuaciones diferentes, entre las que se incluyen por primera vez la implantación de cultivos de alfalfa en secano y regadío, además de la construcción de muladares para la alimentación de aves necrófagas o el establecimiento de reservas de pastos durante la primavera.
En el apartado de valoración de las propuestas, el Decreto concede una especial importancia a los solicitantes de las ayudas que tengan un acuerdo de colaboración con la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio por el que se comprometen a realizar voluntariamente acciones en beneficio de las especies o hábitats existentes en su propiedad y entre las que se incluye la protección de los árboles singulares de Extremadura. La Administración también puntuará a las explotaciones con acuerdos de custodia del territorio y las que hayan sido declaradas áreas privadas de interés ecológico o que estén incluidas en el registro de fincas agropecuarias de producción ecológica.
Inversiones locales y creación de puestos de trabajo
Pero además de los beneficios directos sobre el medio ambiente, estas ayudas también revierten sobre la economía local de la zona, por las inversiones que generan la ejecución de los diferentes proyectos y con ello la creación de puestos de trabajo, ya que los propietarios de las explotaciones necesitan desde albañiles, ayudantes de campo, capataces forestales hasta profesionales cualificados en distintas áreas técnicas. Es por ello que estas subvenciones suponen, según el director General `un incentivo del que se podrán beneficiar más de doscientas empresas regionales y locales de distinto ámbito´.
Es por ello que las ayudas destinadas a la conservación de los ecosistemas también son dinamizadoras de la economía rural, al tiempo que forman a los gestores sobre cómo realizar un desarrollo sostenible de sus explotaciones, que en ocasiones pasa por reducir el uso de productos fitosanitarios, por conocer el momento más adecuado para realizar determinadas labores agrícolas y de cómo los pastos pueden ser aprovechados por el ganado de forma compatible con la presencia de especies protegidas.
Las ayudas para el desarrollo sostenible existen desde el año 2004, aunque será en esta convocatoria cuando se puedan solicitar por primera vez telemáticamente a través de la plataforma Arado. Para ello se ha desarrollado un espacio específico (Ayudas al desarrollo sostenible 2016) y dentro de él un apartado para que los solicitantes puedan también presentar sus propuestas de colaboración antes de que se publique la orden de convocatoria prevista para el mes de septiembre.