6 de Abril de 2011
El futuro Ecoparque de Toledo, que se ubica en la Finca de “El Aceituno”, responde a los avances de última generación tecnológica y de sostenibilidad. Sus instalaciones presentarán naves cerradas, estancas y automatizadas, provistas de biofiltros para el tratamiento del aire extraído, lo que impide completamente la generación de cualquier tipo de olores en sus alrededores. Para confirmarlo se ofrecerá una reunión técnica en los próximos días para determinar las condiciones y ventajas de las nuevas instalaciones.
La eliminación prácticamente total de cualquier impacto ambiental y la reducción máxima de olores en el entorno del futuro Ecoparque de Toledo son dos compromisos asegurados al utilizarse en su construcción los parámetros más altos en calidad y los últimos avances tecnológicos.
El futuro Ecoparque está diseñado para gestionar 250.000 toneladas de residuos urbanos anuales y cubrirá las necesidades de tratamiento del 100 % de los municipios de la provincia de durante los próximos 20 años.
Con una inversión total de 45 millones de euros, el Ecoparque de Toledo está situado a más de 4 kms de distancia del núcleo de población más cercano, Guadamur.
El objetivo principal de la nueva planta será maximizar el aprovechamiento de los residuos urbanos a través de diversos tratamientos: selección de los residuos reciclables y compostaje de la fracción orgánica. Para conseguirlo se han elegido las tecnologías más eficientes y avanzadas del mercado, tanto de tratamiento de los residuos como de depuración y control de los efectos ambientales de su gestión. Una de las principales características técnicas del Ecoparque es que se trata de instalaciones cerradas, con lo que el problema de los malos olores quedará reducido al mínimo.
Desde el Consorcio de Servicios Públicos Medioambientales de Toledo se ha trabajado, desde el primer momento, en la máxima reducción de los olores. Todos los materiales utilizados y los sistemas de aislamiento permitirán reducir al máximo la emisión de gases y mantener la calidad del aire en niveles muy altos.
Sostenibilidad e innovación
El Ecoparque de Toledo cumple escrupulosamente la normativa actual, cumpliendo con las medidas y limitaciones impuestas en su ejecución y explotación. En la fase de obras ya se está ejecutando el Programa de Vigilancia Ambiental, que garantiza y garantizará, tanto en la fase de construcción como cuando esté en explotación, el mínimo impacto ambiental en el entorno.
Desde el punto de vista medioambiental se han respetado la flora y la fauna propia de la zona de obras: siempre que ha sido viable, se ha procurado el trasplante de los árboles afectados por los movimientos de tierra y se han planificado las obras considerando las épocas más sensibles de la fauna existente en el entorno. Del mismo modo, se canalizarán todas las aguas pluviales para su aprovechamiento interno.
Las instalaciones que compondrán el Ecoparque de Toledo están diseñadas para reducir los efectos más molestos del tratamiento de los residuos urbanos, tales como los malos olores, los líquidos contenidos en los residuos (lixiviados), el biogás que se produce por la fermentación de los restos orgánicos o la fabricación del compost a partir de los residuos orgánicos.
La planta de selección y recuperación de materiales reciclables es una nave cerrada y estanca, dotada con biofiltros que depurarán los malos olores.
La planta de compostaje también cuenta con la tecnología más moderna: aplica la depresión atmosférica, extrae el aire con ventiladores de aspiración y lo envía a una instalación de biofiltros. Los lixiviados y el biogás suelen ser fuente de malos olores en estos centros de tratamiento, pero en el caso del Ecoparque de Toledo han quedado eliminados. La ausencia de olor procendente de los lixiviados se debe a que son tratados en una planta específica que utiliza la ventilación forzada (INCRO). El mal olor que produce el biogás tampoco será un problema porque el biogás producido se recogerá y canalizará hacia equipos de tratamiento y utilización de materiales y residuos; la fracción resto (lo que no se puede ni recuperar ni reutilizar) será tan pequeña, que no producirá biogás.
Las instalaciones del Ecoparque de Toledo se completan con una serie de edificios auxiliares como oficinas o el aula medioambiental, donde se realizarán actividades educativas sobre el reciclaje y la recuperación de residuos.