17 de Junio de 2011
Los residuos que se generan tanto por las industrias como por los consumidores europeos, se vuelven a transformar, en mayor medida, en materias primas secundarias y en nuevos productos, en lugar de enterrarse u olvidarse en los vertederos.
Establecidos los criterios en la nueva Directiva Marco de Residuos, que determinan cuando un material de desecho recuperado deja de considerarse residuo y puede tratarse como si fuera otro producto o materia prima, entenderemos que cuando la chatarra haya sufrido cualquier tipo de transformación (clasificado, triturado, corte, limpieza y descontaminación) para preparar la misma y habilitarla para su uso final en fundiciones o fábricas, y ésta transformación se haya completado la chatarra alcanzará el fin de su condición como residuo.
“Debemos empezar a tratar los residuos como recursos valiosos y la adopción de estos criterios de fin de la condición de residuo para los flujos de materiales estimulará realmente nuestros servicios e industria de reciclado. Se trata de otro gran paso adelante hacia el cumplimiento del objetivo europeo de conseguir una economía eficiente en el uso de los recursos y convertirse en una sociedad del reciclado” explicó Janez Potocnik, comisario de Medio Ambiente de la Unión Europea.
Los objetivos son claros: conseguir unos porcentajes de reciclado mucho mayores y reducir al mínimo posible las extracciones de nuevos recursos naturales, llegando a convertir Europa en una sociedad del reciclado, dónde se evitan los residuos y se utilizan solamente aquellos recursos que son imprescindibles.
La Directiva Marco de Residuos está basada en una serie de principios acreditativos de gestión ambientalmente segura de los desechos y en el establecimiento de una jerarquía de residuos de cinco niveles que fomente la prevención, la preparación con vistas a la reutilización, el reciclaje y otras formas de recuperación.