27 de Febrero de 2012
El despegue de las energías renovables en el continente africano es algo ya incuestionable. Las diversas iniciativas y conferencias internacionales que se han venido desarrollando sobre el tema en meses anteriores, están desembocando en proyectos tangibles que empiezan a ver la luz.
Proyectos, como los adjudicados recientemente de eólica y termosolar, en los que tres empresas españolas (Iberdrola, Gestamp y Abengoa), se han hecho con una parte del pastel, con un total de 510 MW adjudicados. Y en los que otras compañias internacionales como Vestas, Siemens, etc. completaron el plantel de adjudicatarios de una parte importante de estos proyectos.
A lo que hay que añadir una próxima subasta en el mes de Marzo, para nuevos proyectos en Namibia, Bostwana y Leshoto, a la que acudirán empresas españolas con el apoyo del ICEX. Y con el horizonte puesto en los próximos años, con la incorporación de paises tan importantes como Sudafrica, a la revolución de las energías limpias, que podría sacar importantes proyectos a subasta, a los que se añadirían otros en paises como Kenia, Uganda, Tanzania o Nigeria, que están desarrollando iniciativas para poner en marcha este tipo de proyectos en diversos campos de las energías renovables.
El potencial de los recursos naturales, en estos y otros paises africanos, supondrá el despegue masivo en un campo todavía virgen, de iniciativas y proyectos que necesitarán de empresas especializadas en energía solar, eólica, geotérmica o hidráulica, que acomentan con equipos profesionales y productos innovadores, la realización de estas infraestructuras energéticas, que supondrán una auténtica revolución industrial y social para el desarrollo de este continente tantas veces olvidado y que ahora gracias al desarrollo de las energías renovables, puede acceder a modos de energía con sus propios recursos naturales, que cubrirá necesidades vitales hasta ahora de difícil acceso para gran parte de la población y que ayudará al despeque económico y social de estos paises.
Un continente, por tanto, con grandes esperanzas para si mismo y sus habitantes, pero que también puede ser una fuente de dinamización del negocio de las empresas españolas afectadas por las restricciones gubernamentales a las renovables en España. Unas empresas perfectamente preparadas y capacitadas en medios, personal y tecnología para competir en cualquier mercado y que demuestran día a día su capacidad de innovación y adaptación al futuro del desarrollo sostenible a nivel global. Y muy capaces de superar las zancadillas burocráticas impuestas en su propio país, por administradores públicos, incapaces de ver el potencial de presente y futuro, de los modelos de negocio basados en las energías verdes y el desarrollo sostenible, que son la auténtica salida al negro túnel impuesto por el modelo energético actual basado en combustibles fósiles contaminantes, caros, ineficientes y obsoletos o en tecnologías de riesgo con impactos sobre el medio y quienes lo habitan, de difícil cuantificación.