20 de Mayo de 2014
El pasado año 2013 las acerías españolas reciclaron más de 10,9 millones de toneladas de chatarra de acero, dato que mantiene a España como líder del reciclaje en la UE, junto con Italia y Alemania.
El acero es el gran referente del reciclaje, un material con rendimientos de reciclaje prácticamente del 100%. En España, se recicla más acero que la suma de todos los demás materiales juntos. Es un mercado con unos innegables beneficios ambientales y económicos, en un ciclo respetuoso con el medioambiente y comprometido con la seguridad, que resulta posible gracias a la concienciación de todos los operadores de la cadena del reciclado del acero.
Se estima que el reciclado de materiales de acero en su fin de vida, alcanza prácticamente el 100%. Y además, en el proceso de reciclado de acero a partir de chatarra férrica (consumo de chatarra para fabricación de acero), prácticamente no se produce merma de material, el rendimiento es casi del 100%. Ningún otro material, salvo los metales nobles, muestra un rendimiento similar.
De este modo, al final de su vida útil, un producto de acero se transforma en parte de un automóvil, una viga de un edificio, una lavadora, de un aerogenerador, etc., sin perder ni un ápice de su calidad y de sus propiedades iniciales. El acero se puede reciclar una y otra vez, indefinidamente, hasta tal punto que hoy se sigue reciclando acero fabricado hace más de 150 años. La industria siderúrgica culmina el ciclo, reciclando la chatarra recolectada y fabricando con ella acero, que se utilizará en nuevos productos que contribuirán a nuestra calidad de vida.
Gracias a sus propiedades magnéticas el acero es fácilmente separable de otros residuos mediante imanes. Las vías de recolección de este material pasan por la recogida a pie de calle, la separación por imanes en vertederos o bien en los centros de transferencia y las recogidas selectivas. Por cada tonelada de acero que recicla la industria siderúrgica se ahorra cerca de una tonelada y media de mineral hierro, un 85% de agua, un 80% de energía y un 95% de carbón y todas sus correspondientes emisiones asociadas. La siderurgia española ha reducido más del 40% sus emisiones en las 2 últimas décadas.
La industria siderúrgica española posee unas tasas de empleo fijo mucho más elevadas que cualquier otro sector económico, mantiene altos niveles de inversión a pesar de la importante crisis que padece y está a la cabeza del desarrollo tecnológico. La producción de acero en España el año pasado fue de 14,2 millones de toneladas, con un consumo nacional de 10,4 millones de toneladas.