9 de Febrero de 2012
Las emisiones derivadas del transporte de un contenedor de 25 toneladas, representa la emisión de 5 a 7 toneladas de CO2, frente a las 22,5 toneladas que se evitan al reciclar el papel.
Un estudio realizado por el departamento de sostenibilidad del Instituto del embalaje, transporte y logística (ITENE) ha concluido que el transporte desde España a China de un contenedor con 25 toneladas de papel para reciclar supone un impacto en el calentamiento global de entre 4.793 y 7.240 kilos de emisiones de CO2 equivalente.
Por otra parte, según ASPAPEL, el reciclaje de una tonelada de papel reduce las emisiones de CO2 en unos 900 kgs., es decir, reciclando esas 25 toneladas (un contenedor) se reducen las emisiones en 22,5 toneladas, siendo el balance neto de todo el proceso, transporte y reciclaje, altamente positivo desde un punto de vista medio ambiental. Así pues, hay una reducción total de emisiones de entre 15 a 18 toneladas por contenedor.
Por otra parte, Europa es una zona altamente excedentaria de papel recuperado porque no hay capacidad de reciclaje suficiente, siendo el excedente anual cercano a 9 millones de toneladas (hasta 12 millones en 2009). Este fenómeno se debe a que la mayor parte de la producción industrial de bienes de consumo se lleva a cabo en Asia, y, por tanto, es allí donde se producen los embalajes necesarios demandando papel recuperado para su reciclaje. Si no se exportara ese excedente de papel recuperado a Asia, tendría que ser enterrado en vertederos europeos, con nefastas consecuencia medio ambientales como la ocupación de 2 metros cúbicos de vertedero por tonelada enterrada. Al mismo tiempo, sin esas exportaciones, estaríamos fomentando el consumo de madera virgen en el continente asiático, cuyo proceso requiere un mayor consumo de petróleo y de energía (140 litros y 50 metros cúbicos respectivamente, por tonelada).
En base a los datos expuestos, definitivamente no existen “razones medioambientales” que pudieran justificar la implantación de “mecanismos que prioricen al reciclaje dentro de la Unión Europea”, que contempla la nueva Ley 22/2010, de Residuos y suelos contaminados en su artículo 16.3. Cualquier mecanismo encaminado a restringir las exportaciones de papel recuperado a aquellas regiones del mundo donde se necesitan, implicaría además un aumento desmesurado en la oferta local, con una drástica caída de sus precios. El precio del papel recuperado, representa una fuente de ingresos importante en las administraciones locales, que a menudo gozan de servicios gratuitos de recogida selectiva de papel, que de otra forma tendrían que ser financiados con cargo a los impuestos de los contribuyentes.
Desde REPACAR, Asociación Nacional de Recuperadores de Papel y Cartón, se sugieren incentivos encaminados a aumentar la capacidad de reciclaje en Europa, para aumentar el volumen de reciclaje frente al consumo de fibras vírgenes.