13 de Julio de 2013
Cada año se generan en España una media de 150.000 toneladas de aceites usados procedentes de vehículos y maquinaria industrial. Si su gestión es inadecuada puede provocar graves daños medioambientales pues, no en vano, se trata de un residuo peligroso con gran poder de contaminación. Su eliminación por incineración incontrolada o vertido afecta seriamente a la calidad del aire, así como al agua y al suelo. Sin embargo, si ha sido correctamente extraído y almacenado puede ser valorizado en su totalidad, aportando importantes beneficios medioambientales en cuanto al aprovechamiento de los recursos contenidos en el aceite usado, ya sean materiales o energéticos, suponiendo un importante ahorro de materias primas.
En España, SIGAUS es el sistema integrado de gestión (SIG) que se encarga de garantizar la recogida y el correcto tratamiento de los aceites industriales usados que se generan en todo el ámbito nacional. El pasado año recuperó y gestionó 129.663 toneladas de este residuo, un volumen que equivale a la recogida de 525 toneladas diarias, esto son 58 camiones cisterna de tipo medio (con una capacidad de 10.000 litros) cada día del año.
Esta cantidad de residuo recogido corresponde al 46,98 % del aceite industrial puesto en el mercado español por las empresas adheridas a SIGAUS, un total de 276.025 toneladas comercializadas por 163 compañías. Estas empresas son fabricantes o importadoras de aceites industriales y a través del SIG cumplen con las obligaciones del Real Decreto 679/2006, que regula la gestión de aceites industriales usados en España. Esta normativa obliga a toda empresa responsable de la primera puesta de aceite industrial en el mercado nacional —ya sea fabricante, comercializadora, importadora o adquiriente intracomunitario— a garantizar y financiar la correcta gestión del residuo que se genera tras el consumo de los aceites industriales que ponen en el mercado nacional.
Este dato viene a confirmar que SIGAUS se ha hecho cargo de la totalidad del aceite usado que se generó el pasado año tras el consumo de los aceites industriales que sus empresas adheridas pusieron en el mercado español, ya que las autoridades medioambientales consideran que 1 litro de aceite lubricante produce de media tras su consumo 0,4 litros de aceite industrial usado (un coeficiente de generación del 40 %).
Nueva vida como lubricante
La totalidad de estos aceites usados recuperados fueron 100 % valorizados y destinados a distintos procesos de tratamiento. Cumpliendo con la prioridad establecida por la legislación medioambiental (Real Decreto 679/2006), se trataron mediante procesos de regeneración 81.955 toneladas. Esta cantidad representa el 65,5 % del total de aceites usados regenerables.
Con la regeneración del residuo es posible obtener nuevamente un aceite base industrial con el que posteriormente se pueden fabricar nuevos aceites lubricantes. Gracias a este tratamiento se ha podido devolver al mercado cerca de 55.000 nuevas toneladas de bases lubricantes. Para obtener esa misma cantidad en un proceso de primer refino se hubieran necesitado unos 25 millones de barriles de petróleo. La fabricación de aceite a partir de bases regeneradas representa un impacto 40 veces inferior a su fabricación directa a partir del petróleo. Con la regeneración de 3 litros de aceite usado se obtienen 2 litros de base lubricante, mientras que para obtener esa misma cantidad en un proceso de primer refino del petróleo se necesitarían más de 130 litros de petróleo crudo.
Otro valor añadido de este proceso es el efecto favorable sobre el cambio climático, ya que las emisiones de CO2 son inferiores a las que se producirían si el proceso de obtención de bases lubricantes fuese mediante el refino del petróleo. Por otro lado, se estima que por cada tonelada de aceite industrial usado destinado a regeneración y no valorizado energéticamente se evita la emisión a la atmósfera de 3 toneladas de CO2. Según dicha estimación, la gestión mediante regeneración en 2012 habría evitado la emisión a la atmósfera de casi 250.000 toneladas de CO2.
Aprovechamiento energético
Cuando el aceite usado no puede ser regenerado, el segundo tratamiento viable en España es la valorización energética, esto es la producción de un combustible alternativo a partir del aceite usado previamente tratado, de similares cualidades al tradicional fueloil. El pasado año se destinaron a este tratamiento 47.384 toneladas de aceites usados, obteniendo dicho combustible útil en muchos tipos de industrias como cementeras, yeseras, fábricas de cerámica, asfaltos, áridos o aglomerados, cuyos procesos requieren utilizar hornos trabajando a altas temperaturas y con un importante gasto energético.
Se estima que 1 litro de aceite usado procesado como fueloil contiene 10,84 kWh de energía. Partiendo de este cálculo, se puede afirmar que el combustible producido a través del tratamiento de las 47.384 toneladas de aceites usados supone un equivalente energético de 514 GWh, cantidad equivalente al consumo anual de cerca de 134.000 hogares españoles.